¿Cómo mantener una gestión de productos con alto valor de retorno?de

13/10/2022  | Artículos

El área digital de ACME Inc. tenía un conocimiento sólido sobre agilidad, aplicando marcos de trabajo, metodologías, artefactos y ceremonias con cierta solidez. Tomaban un poco del modelo Spotify, un poco de Scrum, un pincelazo de SAFe, Kanban, S@S, etc. Estaban todos “al día”, con los tecnicismos, entrenamientos y certificaciones del momento. Sin embargo, los resultados no mejoraban.

Ricardo, líder de un equipo digital, sentía que el trabajo se multiplicaba y los tiempos no se reducían. Así, aprovechó un foro para preguntar a toda su área: “¿Por qué seguimos entregando el producto en este formato si las encuestas de los clientes dicen claramente que solo quieren algo más SIMPLE?”.

Esta pregunta es reveladora. Si bien ACME Inc. procuró adoptar un enfoque ágil, se olvidó de los mecanismos para medir su impacto en el principal stakeholder de todo negocio: el cliente.

Gestionar productos valiosos

La agilidad puede ser un habilitador que acelera nuestra respuesta al cambio, pero es insuficiente si sólo se centra en una parte del proceso, en un área o en un solo equipo. No se trata de crear equipos “ágiles”. Menos aún, de gestionar backlogs que no responden a las necesidades del cliente.

Y allí entra la gestión de productos, que incluye a todos los actores del flujo de valor que generan impacto: finanzas, marketing, soporte, operaciones, etc. Haciendo trabajar a ¡todas las áreas, no solo a una!

Una gestión de productos altamente efectiva primero define el desafío a resolver. Luego, elige la mejor forma de trabajo para abordar aquel desafío. Valida múltiples hipótesis e indicadores hasta lograr hacer fit con la forma más eficiente de respuesta y de mayor impacto.

De esa forma, construirás lo correcto, de forma correcta y en el menor tiempo posible.

3 claves para maximizar el valor

Entonces, ¿cómo lograr una gestión de producto con alto valor?

Construir lo correcto:

Define y trabaja en un problema suficientemente atractivo para tus clientes (actuales y potenciales). A continuación, valida que la solución sea técnicamente factible y económicamente viable. Técnicas como Design Thinking, Design Sprint, Lean Startup y Mobius Loop, te ayudarán a definir esos dolores de tus clientes.

Una vez definidos, usa la matriz de impacto y esfuerzo para identificar Quick Wins y empezar a entregar valor de forma rápida. Una alternativa que te recomiendo explorar es la priorización por MoSCoW.

De la forma correcta:

¿Estos desafíos definidos son conocidos, complicados o complejos? Usa tu experiencia y habilidad para probar la hipótesis rápidamente. ¡Ojo! Si conoces las necesidades a profundidad, no reinventes la rueda y organiza al equipo para desarrollar la solución de la forma más eficiente. Y, si no conoces el desafío a profundidad, enfoca al equipo en una exploración con el método científico.Definida la hipótesis de negocio, ejecuta experimentos rápidamente para validarla. Lean Startup plantea un marco muy bueno para ello. Solo recuerda que, usualmente, tendemos a subestimar la complejidad de las necesidades de nuestros clientes (que, de por sí, son naturalmente diversas). Por lo tanto, aun si crees entenderlas a profundidad, incorpora algunos experimentos para validarlas.

En el menor tiempo posible:

El tiempo puede determinar el éxito o fracaso de un producto. Eric Ries menciona en su libro sobre Lean Startup, que la métrica más importante de los emprendedores es el aprendizaje. ¿Y cómo se conectan el tiempo y el aprendizaje? Simple. No puedes avanzar, sin validar tus aprendizajes, por más ágil o rápido que quieras ir.

Si no te detienes a medir el impacto de las iniciativas y el backlog de tu equipo (en el cliente y en el negocio), solo malgastarás este recurso valioso e irrecuperable. Perderás el tiempo y agotarás a tu equipo en actividades que no generan valor.

Todo equipo necesita motivación, saber que sus acciones están generando impacto en la mejora del producto. No será fácil y, tal vez, no lo logres en los primeros sprints. Pero tu faro debe ser encontrar las métricas correctas y medir el impacto de lo que haces. Eso es gestionar productos con un alto valor de retorno.

¿Quieres dejar de ser ACME Inc.?

Esta pequeña historia de ACME Inc. aún puede tener un final esperanzador. Comenzará a ver mejoras, cuando empiece a validar hipótesis, medir su impacto y enfocar al equipo con objetivos concretos.

Así, podrán iniciar la construcción de productos ligados a dolores del cliente con impacto en el negocio. Podrán mezclar los procesos de descubrimiento y ejecución de forma integrada, con múltiples equipos. Podrán explicar y presentar el impacto del trabajo en conjunto. Podrán enfocarse en experimentar y cocrear iniciativas de alto valor. Y, podrán decirle ¡NO! A tantas iniciativas atractivas pero que no resuelven lo más importante: los dolores del cliente.

¿Tienes equipos ACME Inc. en tu organización? Contáctanos y trabajemos juntos en la construcción de tu propia historia de alto valor.


Artículo por Yorman Chamorro, consultor Umaano